jueves, 28 de abril de 2011

El verdadero amor de Cristo

Hace 2011 años aproximadamente llego al mundo un niño, que humildemente nació un establo rodeado de animales pero con mucho amor de sus padres. Ese niño se llama Jesús, su misión era salvarnos de nuestros propios pecados.
Jesús nació para morir por nosotros, este fue el más grande sacrificio que hizo Dios por la humanidad, entregarle a su único hijo al hombre para golpearlo, insultarlo y matarlo.
La muerte de este extraordinario personaje para mí es muy injusta, pero los manuscritos por los antiguos profetas ya estaban escritos.
Antes que lo mataran a Jesús hizo gran cantidad de seguidores y no solo por sus palabras divinas si no también por sus acciones, hacer cosas que un hombre normal no podría hacer. ¿Cómo un hombre normal podría darle la vista a un ciego? Jesús solo coloco sus manos sobre los ojos del hombre y le dio la posibilidad de ver nuevamente. ¿Quien podría levantar a los muertos si no más que el que tiene poder sobre él? Jesús le dio nuevamente la vida a Lázaro. Todas estas acciones asombraban a la gente causando admiración, respeto y fe. Pero también hubo quienes despertaron inquietud arrogancia y desconfianza, esto le sucedió a los sumos sacerdotes del templo que no aceptaban los milagros de Jesús como realidad y a cambio que sus milagros eran con ayuda del demonio.
Jesús no estuvo solo en esta sacrificada labor, el escogió a 12 discípulos que serian sus compañeros y que lo ayudarían a divulgar la palabra de Dios.
Pero como las escrituras de los antiguos profetas ya estaban escritas, Jesús se preparaba para su muerte. Los guardias del templo lo capturaron en la inmensidad de la noche y sin la gran cantidad de personas que lo ayudaran. Los cargos que se le imponían a Jesús eran de blasfemia por nombrarse el mesías.
La crucifixión fue ejecutada, Jesús murió en la cruz, pudiendo salvarse y librarse de ese trago amargo, pero no lo hizo porque quiso salvar lo que el creía que era bueno, nosotros...

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